Pedro Ponce y Rubén Gutiérrez dirigen un estudio concentrado en una práctica arquitectónica esencial, preocupada por el contexto en el que se ubica cada obra y su interpretación contemporánea y atemporal. Su particular aproximación al problema arquitectónico permite la resolución de programas de todo tipo y escala: desde el ámbito doméstico, la arquitectura residencial colectiva, el equipamiento público, la arquitectura industrial; hasta el propio mobiliario, objetos o incluso el diseño gráfico y la dirección de arte.