En una de las manzanas más características del distrito valenciano de Jesús, la casa del limonero se muestra como una obra particular en la que se recuperan algunas de las esencias más importantes -veladas a lo largo de los años- de este genuino grupo de viviendas. La casa es un ejercicio de comprensión de la luz mediterránea, propia de su localización y su contexto cultural. Elementos de profundo calado como la materia, la brisa y la luz se disponen en primer plano y son la motivación de los cambios, que van más allá de una reescritura ciega, puramente programática, de esta casa pareada de la calle Carteros.